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Como Emprendedor necesitas más Eficiencia. ¡He aquí algunos tips! – Parte IV

viernes, 22 de abril de 2016

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Un Emprendedor es un líder que desarrolla una estrategia de negocios definida a corto, mediano y largo plazo. Es capaz de planificar su agenda y ejecutarla de forma disciplinada no importando enfrentarse a inconvenientes e incidencias en el camino, y si es necesario, con astucia e inteligencia acomoda / modifica sus planes de acuerdo a la situación que se le presente sin perder de vista la misión que tenía definida.

Algo notable en este tipo de persona, es que posee el talento de descubrir el potencial de otros y, de esta forma, aprovecha esa oportunidad para captarlos y delegarles tareas que él sabe serán productivas para su Empresa. No existe en él el egoísmo o el celo profesional, ya que, entre más rodeado esté de gente estratégica e innovadora, más éxito tendrá para alcanzar sus metas y objetivos que tenía predefinidos con antelación.

Puedes revisar el artículo Como Emprendedor necesitas más Eficiencia. ¡He aquí algunos tips! – Parte III para continuar leyendo y comprender esta última parte del tema sobre las Eficiencias de un verdadero Emprendedor. Continuemos.

Después de una reunión estresante, tareas secundarias
“Las tareas secundarias las acometo en huecos libres o cuando necesito desestresarme, como después de una reunión importante”, reconoce Carlos Alberto Pretel.

Acostumbra a levantar acta de las reuniones
“Creo que es importante no acabar nunca una reunión sin conclusiones y sin haber repartido tareas. Una reunión de hablar por hablar no es una reunión”, resume Alfons Nonell, cofundador de Mind the Byte, una startup especializada cloud computing para acelerar el I+D+i de los laboratorios científicos.

“Cuando estamos repasando en equipo un cambio de proceso complicado o cerrando una negociación difícil, tengo la costumbre de volver a repetir lo que he entendido sobre la petición de la otra parte. Incluso si es posible se deja por escrito. De esta forma se evitan muchos malos entendidos que suelen ser muy perniciosos para todo el mundo. Levantar acta por escrito de las decisiones tomadas durante una reunión importante y hacerla llegar rápidamente a todos los participantes. Evitamos olvidos, se fijan las fechas y los responsables y todo queda muy claro”, coincide Pretel.

Da prioridad a los efectos a medio y largo plazo cuando te organices
“Resulta básico concentrarse en las tareas que van a tener un impacto mucho más directo e importante en la empresa y en el medio y largo plazo. Creo listas diarias en una agenda de ‘asuntos para hacer’ que voy marcando según los voy realizando. Aparte de ayudarme a no dejarme nada olvidado, ayuda al sentimiento de consecución y de ir avanzando. Cuando estoy fuera de la oficina o no tengo mi agenda a mano, me lo apunto en el móvil para poder añadirlas más tarde”, recomienda Luca Carlucci.

El problema de base de los emprendedores a la hora de adoptar este hábito, según explica el prestigioso psicólogo Dan Ariely, asesor técnico y cofundador de la aplicación de productividad Timeful (adquirida por Google en 2015), “está en que lo que necesitamos ahora, por lo general, está claro, pero no tanto las necesidades que tendremos después”.

Crea un listado con cosas nuevas para probar

"Lista de experimentos: tenemos un listado con todas las cosas nuevas que queremos probar, cuándo hemos empezado a ponerlas en práctica y cuándo queremos que finalice la prueba, añadiendo las notas que sean necesarias durante el experimento”, explican los cofundadores de Animal Clan. Eso, sí, cuando apruebes un experimento que podría generar conocimiento nuevo, dale tiempo y recursos, eliminando algún punto de lista de tareas pendientes de las personas responsables de llevarlo a cabo.

Deja que fracasen
Cuando veas que alguien tiene dificultades con un experimento, reconoce lo difícil que es aprender del éxito y del fracaso. Durante las evaluaciones de rendimiento habituales, valora la capacidad de asumir riesgos sensatos. Que no tengan miedo a equivocarse.

Pon hora de entrada y salida a las reuniones
"A veces vale la pena juntar varias reuniones a la vez  para gestionar mejor el tiempo y ser más productivo. Pon hora de entrada y salida. Dejar mucho tiempo entre las reuniones te penaliza, ya que en muchas ocasiones se alargan innecesariamente”, recomienda Jorge Mas, que aprovecha su reloj de correr triatlones para fijar alarmas que le recuerden cuando acaba la reunión.

Todo, claro, sin pillarte los dedos. “He convertido en un hábito crear huecos entre cita y cita, para no tener que ir corriendo de un sitio a otro”, reconoce Pilar Jericó.

Una agenda para cada área de negocio
"A las reuniones, ya no acudo con una única libreta donde trabajo todas las acciones que realizo, ahora tengo una por actividad, ejemplo: una para comunicación, otra para gestión del personal, otra referente a la plataforma”, reconoce Montse Piquer, fundadora de Nidmi, una plataforma digital especializada en la selección de personal doméstico y cuidadores para la familia. “Más vale lápiz pequeño que una memoria grande, siempre tomo nota”, añade.

Investiga a tus interlocutores en redes
"Me gusta buscar a mi interlocutor en Linkedin, ver su foto, analizar su perfil en base a su pasado profesional, si es ingeniero la reunión la enfocaré de una forma distinta a si es psicólogo, por ejemplo. Me fijo en si hay puntos de conexión entre los dos o contactos comunes. Si consigues ver su perfil de Facebook, obtienes una información muy valiosa sobre sus aficiones. Es una forma fantástica de poder aprovechar un momento para establecer ese punto de conexión que relaja la reunión en su inicio”, comenta Juberías.

Ayuda a negociar
“Es un hábito importante porque te ayuda a enfocar la conversación hacia temas e intereses comunes. Cuanto más conoces a la persona con la que tienes que negociar, mejor te irán las cosas”, apunta Leonard Pera, fundador de Open Ideas.

Déjate huecos libres en tu jornada

“He convertido en un hábito poner huecos libres cuando sé que tengo una temporada muy dura de trabajo”, propone Pilar Jericó. “El hábito que he desarrollado más recientemente es el autocuidado. Trabajo con mucha intensidad. Por ese motivo, después de períodos de muchas horas, incorporo descansos de desconexión. Intento mantener un nivel de energía constante”, reconoce.

“Hay semanas duras, con un alto índice de estrés, y pocas horas de sueño, donde sientes que estas a punto de petar, en algunas ocasiones tienes que saber decir off. El tiempo te lo autorregulas tú mismo, por lo que si un día tienes que decidir plegar antes y disfrutar de tus hijos antes o de otros asuntos, puede ser una buena forma de al día siguiente estar al 200%”, coincide Jorge Mas.

“Piensa que la productividad depende de las horas en las que estas concentrado y enfocado. Es cierto que las jornadas de 10–12 horas o más suelen ser frecuentes en la gente efectiva... siempre y cuando sean, eso, efectivas. Si no estás concentrado es mejor que tu jornada finalice”, continúa.

Mantén tu curiosidad a raya durante las horas de trabajo
“Debido al boom que vivimos en nuestro sector [marketing móvil], existen, cada vez más, numerosos blogs y artículos en Internet que son interesantes y que me gusta leer para poder estar al día de lo que hacen otras empresas, encontrar nuevas ideas... Para no interrumpir mi trabajo, cuando encuentro algún artículo así durante mi jornada laboral, me lo envío al e-mail personal o a mi eReader y trato de leerlos por la noche tranquilamente”, señala Cremades. Este emprendedor utiliza una aplicación para luego puedo acceder a ellos desde cualquier dispositivo, móvil, tablet, o libro electrónico.

Contacta con gente con la que hace tiempo que no hablas

Este último hábito, lo reconocemos, no es de un emprendedor, pero no queríamos dejarlo en el tintero. Adam Grant, un psicólogo organizacional, y uno de los principales investigadores (desde la Universidad de Wharton) sobre productividad en el trabajo ahora mismo, tiene una alarma en su agenda electrónica para ponerse en contacto una vez al mes con alguien con quien haga tiempo que ha perdido el contacto. Recientes estudios demuestran que los viejos contactos y los viejos amigos pueden tener más valor que los contactos actuales a la hora de generar nuevas oportunidades.


Fuente de Referencias:
- http://www.emprendedores.es/
- http://dle.rae.es/                (Diccionario de la Lengua Española - Edición del Tricentenario)

1 comentario!
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  1. Tremendo tema! Realmente necesitamos cambiar nuestra forma de pensar para alcanzar el Éxito!!!

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