Estas terapias podrían reducir el malestar crónico de
algunas enfermedades
El ser humano,
en su búsqueda de mejorar su sobrevivencia y de alargar su estadía en el
universo, ha comenzado a explorar campos que al principio sonaban ficticios e
inimaginables. Sin embargo, surgió lo que conocemos hoy como: “la Revolución Industrial” que fue el proceso de
transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda
mitad del siglo XVIII en el Reino
Unido, la cual se extendió unas décadas después a gran parte de Europa Occidental
y Norteamérica, y concluyó entre 1820 y 1840.
Dicho todo esto, ésta fue el inicio del progreso del hombre para muy
pronto desarrollar procedimientos y mecanismos que lograran fortalecer su
hegemonía en el planeta tierra.
Comenzamos con el tema de las “Células
Madre” lo que últimamente está causando revuelo a nivel internacional,
éstas forman parte de la actual
“Revolución Tecnológica Moderna”, que ha dado origen a explorar nuevos
campos en la Medicina y la Biología, dando un lugar prominente a nuevas esferas
de la Tecnología contemporánea, como lo son: La Nanotecnología y la
Cibernética.
Pero, para introducirnos en el tema, empecemos por definir qué son “Células Madre”.
Según la fabulosa Wikipedia: Las células madre son células que se encuentran en todos los
organismos multicelulares y que
tienen la capacidad de dividirse (a través de la mitosis) y diferenciarse en diversos
tipos de células especializadas, además de autorrenovarse para producir más células madre. En los mamíferos,
existen diversos tipos de células madre que se pueden clasificar teniendo en
cuenta su potencia, es decir, el número de diferentes
tipos celulares en los que puede diferenciarse. En los organismos adultos, las células
madre y las células progenitoras actúan en la regeneración o reparación de los tejidos del organismo.
Un estudio realizado por expertos e investigadores
científicos ha informado lo siguiente:
Utilización de “Células Madre” podría calmar el dolor
de forma duradera
Un estudio con ratones,
realizado por la Universidad estadounidense de Duke demostró que las
inyecciones con células madres procedentes de la médula ósea pueden ser capaces
de aliviar ciertos tipos de dolor neuropático.
Para los
investigadores, los resultados del estudio que publicó ‘Journal of Clinical
Investigation’ pueden hacer avanzar las terapias a base de células para algunos
problemas que provocan dolor crónico, como en las lesiones de médula espinal o
en el que se sufre en la parte baja de la espalda.
El equipo
empleó en sus ensayos un tipo de células madre, conocidas células estromales de la médula (BMSC, siglas en inglés) las cuales
producen una variedad de factores de curación y que pueden ser inducidas para
formar la mayor parte de células que existen en el cuerpo.
Las células estromales ya se probaron en
algunos ensayos clínicos a pequeña escala con personas que sufren enfermedades
con inflación intestinal, daños en el corazón y accidentes cerebrovasculares y
han mostrado resultados prometedores para tratar el dolor, pero no estaba claro
cuál era su funcionamiento.
"Basándonos en esos nuevos
resultados, tenemos el conocimiento y podemos seguir mejorando las células para
maximizar sus efectos beneficiosos", indicó el profesor Ru-Rong Ji, neurobiólogo de la Universidad de
Duke.
Los expertos
usaron las células estromales para
tratar a ratones que sufrían dolor por daños nerviosos a los que les
administraron las células directamente en líquido que baña la médula espinal a
través de una punción lumbar.
Los ratones
que recibieron el tratamiento eran mucho menos sensibles a los estímulos
dolorosos en comparación con aquellos que no habían sido medicados.
"El efecto de este
analgésico fue increíble", indicó Ji, quien explicó que "normalmente"
cuando se administra un medicamento contra el dolor, el alivio dura una
"pocas horas o como mucho unos pocos días", sin embargo con una
sola inyección de células estromales
ese alivio se prolongó durante cuatro o cinco semanas.
Las imágenes
de la médula espinal de los animales mostraron que las células madre inyectadas se habían "instalado" junto a
las células nerviosas de la médula ósea del animal.
Para entender
cómo las células madre alivian el dolor, se midieron los niveles de moléculas
antiinflamatorias vinculadas al dolor, y descubrieron que la TGF-beta 1,
aparecía en altas cantidades en el fluido de la médula espinal de los animales
que habían sido tratados con células
madre estromales.
Las
investigaciones señalaron que las personas con dolor crónico tienen muy poca
TGF-beta 1, una proteína secretada por las células inmunitarias. En un nuevo
estudio, al neutralizar químicamente esa proteína se revertía el efecto analgésico
de las células estromales, lo que sugería que la segregación de la TFG-beta 1
"era una de las razones principales por la que las células ayudaban a
reducir el dolor".
Sin embargo,
al inyectar TGF-beta 1 directamente en el fluido de la médula espinal
proporcionaba solo unas pocas horas de alivio del dolor, explicó el científico.
Por el contrario, las células estromales permanecían en su lugar hasta un
máximo de tres meses después de la inyección, período que es el adecuado, pues
de otra manera corren el riesgo de volverse cancerígenas, además estas células
son capaces de migrar hasta el lugar donde se encuentra la herida.
Como podemos
observar, la tecnología ha avanzado a escalas gigantescas, siendo este
procedimiento de manera exitosa, puede eficazmente contribuir a la reducción
del dolor corporal y en un futuro promisorio que esperemos en Dios no esté tan
lejos, el ser humano será capaz de desaparecer en un 90% las dolorosas “quimio”
que las personas con cáncer deben enfrentar. También hasta para un simple dolor
de cabeza o del cuerpo este descubrimiento científico de diversas formas podrá
beneficiarnos. ¡Dios quiera que así sea!
Fuente de Referencias consultadas:
- https://es.wikipedia.org/
- http: //www.eltiempo.com/
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