-->

No siempre los productos “light” contribuyen a la pérdida de peso!

sábado, 13 de febrero de 2016

compartir en Facebook compartir en Google + compartir en Twitter compartir en Pinterest compartir en Linkedin
¿Será cierto que los productos “light” contribuyen a la pérdida de peso?
En los Estantes del supermercado sobreabundan los productos y alimentos que se comercializan últimamente con una muy famosa etiqueta: “light”, la cual está presente impresa en el envase de dichos productos: por ejemplo, en el yogur, chocolate, mantequillas, refrescos y un mega etcétera.

Uno de los puntos claves para poder utilizarla, es que se haya reducido como mínimo en un 30% uno de sus elementos (carbohidratos, preservantes, azúcares, etc.). Y es exactamente éste el motivo por el cual muchas personas pueden deducir que los alimentos o productos “light” contribuyen a la pérdida de peso que tanto deseas tú así como yo.

Sin embargo, lo que realmente sucede es totalmente diferente. El concepto verdaderamente importante no es que se haya reducido o sustituido el componente que puede engordar, sino el valor energético del producto en su conjunto. Es más, incluso de ser así, no siempre es oro todo lo que reluce. Se puede demostrar con solo un ejemplo: Según los expertos, en las bebidas light se hace una sustitución del azúcar por un ingrediente o edulcorante que, como la sacarina, tiene un valor energético 200 veces inferior.
Basado en investigaciones más recientes, científicos parecen haber demostrado que estos edulcorantes alteran los mecanismos que regulan la sensación de hambre, por lo que, aumentan de esta forma, el apetito, lo cual provoca hacer que se coma más y nos conlleve al incremento del peso. 
Por consiguiente, si esta temática se toca en términos generales, los productos “light” se les llama así, porque éstos tienen menores cantidades de hidratos de carbono, también, menos grasa, mayores cantidades de proteínas y minerales, pero siempre relacionados a un único componente.
Al producto que nos referimos es por ejemplo, al de los lácteos, los cuales exhiben el distinto de 0,0%. Sin embargo, si este yogur contiene cereales puede tener un valor energético similar al de un yogur natural con su contenido completo de grasa pero sin cereales y otros con la etiqueta de light a su vez, contienen frutas con un altísimo porcentaje de azúcares.
Lo mismo sucede con los famosos y deliciosos chocolates que bajo la etiqueta “light” son relativamente bajos en azúcar, pero que, como hemos explicado, siguen presentando un alto porcentaje de grasas. Muchas personas opinan que el pan y también los cereales integrales contribuyen a la pérdida de peso, pero en realidad estos alimentos contienen las mismas calorías que los otros los cuales están refinados, incluso, aunque sean más saludables por su más alto contenido en fibra, y sacien más rápidamente, éstos, reiteramos: continúan conteniendo las mismas cantidades de calorías.
En un comunicado, con fecha del 10 de Marzo de 2014, el Periódico ABC en su página web publicó un artículo (exponemos solo una parte del mismo):

No se engañe, los alimentos light no adelgazan


Patatas fritas con menos grasa, un ron con menos calorías, quesitos light... La industria alimentaria no es ajena a la creciente preocupación de la población por el sobrepeso, no solo por la estética, sino por sus consecuencias en la salud. Los productos bajos en calorías, en grasa, en azúcares «light», pónganle la etiqueta que prefieran, llevan ya un tiempo en los lineales del supermercado y en algunos establecimientos de comida rápida, pero ahora vuelven con fuerza.

Aunque los esfuerzos por hacer productos mejorados son de agradecer, también es importante que los consumidores tomen conciencia de que esa etiqueta no es una carta blanca para ponerse ciego. «Lo light muchas veces no refleja la ausencia de calorías ni la posibilidad de abusar de ese producto sin ningún peligro. Se puede ser obeso aunque comas todo light», asegura a ABC el doctor Camilo Silva, endocrinólogo de la Clínica Universidad de Navarra. Este experto advierte de que no hay que fijarse solo en las calorías, sino en la composición nutricional (grasas, proteínas, hidratos de carbono) para no superar las cantidades máximas recomendadas.

«Estos productos no son adelgazantes. Engordar o adelgazar depende del cómputo global de calorías que ingerimos», aclara la doctora Susana Monereo, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y secretaria de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo).

Una dieta equilibrada supone una ingesta de unas 2.000 calorías diarias para los hombres y 1.800 calorías para las mujeres, de manera que, entre un 45-55% de esta energía debe provenir de los hidratos carbono, entre un 15-25% de las proteínas, y un 25-35% de grasas totales, según el consenso Fesnad-Seedo. Las grasas deben proceder en su mayoría del aceite de oliva (cuanto más virgen mejor), mientras que las saturadas (de origen animal) y trans (industriales), así como los azúcares añadidos (refrescos, dulces) deben limitarse y consumirse solo de forma ocasional.

Incluso, en sus versiones «ligeras», determinados alimentos siguen siendo muy calóricos porque contienen un porcentaje elevado de grasas saturadas o trans y/o azúcares, por lo que su consumo debería seguir siendo muy ocasional. «Suele ocurrir que los productos light hacen que se incremente el consumo. Piensan que no engorda y toman más cantidad. Los estudios han demostrado que a más productos light más peso porque, en general, la gente se pasa de cantidades», señala la doctora Monereo, que invita a los consumidores a mirar las etiquetas porque «un producto que se anuncia como bajo en grasa puede contener mucho azúcar y viceversa». «Cero por ciento grasa no significa cero por ciento calorías», matiza la experta.

Sumamente importante es centrarse en leer y revisar fielmente las etiquetas impresas en los envases de estos alimentos y a su vez, compararlas con las de sus homónimos “no light”, esto, con el fin de comprobar la cantidad de calorías que aporta cada uno de ellos. Concluimos, entonces, que los productos “light” no garantizan que adelgacemos por sí mismos y que es necesario elegir una buena dieta, que sea equilibrada y determinada por un especialista en nutrición que, poniéndola en práctica disciplinadamente, podremos lograr nuestro objetivo a largo o mediano plazo, sin olvidarnos del ejercicio físico moderado.
Realmente, se puede resumir que los productos “light” pueden ser incluidos como una dieta adecuada para contribuir a controlar el peso, e inclusive, pueden reducirlo, pero poniendo en práctica una dieta rigurosa y perseverante. Sin embargo, siempre tengamos en cuenta su valor energético, ya que tomar dos raciones light puede ser equivalentes a una ración normal en cuanto a calorías y a grasas se refiere.
¿Qué opinas al respecto? Comenta sobre el tema.



Fuente de Referencias consultadas:
- http://www.abc.es/salud/noticias/20140310/abci-engane-alimentos-light-adelgazan-201403091814.html
- https://es.wikipedia.org/
- http://www.seedo.es/
- http://www.seedo.es/images/site/documentacionConsenso/Documento-Consenso-FESNAD-SEEDO-Oct2011.pdf


CONDICIONES DE LECTURA DE ESTE BLOG
La información suministrada en esta página no puede ni debe, en modo alguno, sustituir la atención médica directa, asimismo, esta información no debe usarse para determinar un diagnóstico o elegir un tratamiento clínico en algún caso en particular.
Este blog no se hace responsable para recomendar implícita ni explícitamente sobre el uso de productos, fármacos y técnicas que el lector utilice sin la prescripción médica pertinente.
Todas las acciones que el lector ejecute estará bajo su total responsabilidad.



No hay comentarios!
Y tú, ¿qué opinas al respecto? Comenta sobre el tema!