Realmente, es vital y sumamente necesario encontrar
mecanismos eficaces que reduzcan en la menor medida posible la cantidad de
accidentes de tránsito en las carreteras.
Este es un tema que debe mantenernos despiertos a
todos, ya que en cualquier momento, Dios no lo permita, podemos ser nosotros o
un pariente cercano que pase por este grave incidente. Debemos estar alertas y
a la expectativa para saber afrontar este gran inconveniente que aqueja enormemente
a todas las personas habitantes de este planeta.
Antecedentes
Cada día alrededor de 3.500 personas fallecen en las
carreteras. Decenas de millones de personas sufren heridas o discapacidades
cada año. Los niños, los peatones, los ciclistas y los ancianos son los
usuarios más vulnerables de la vía pública.
La Organización
Mundial de la Salud (OMS) colabora con Asociados - Gubernamentales y No Gubernamentales
- en todo el mundo, para prevenir los accidentes de tráfico y promover las
buenas prácticas como el uso del casco o del cinturón de seguridad, no beber y
conducir, y evitar los excesos de velocidad.
Lo mejor de todo esto, es que también especialistas y
científicos día a día están investigando y haciendo descubrimientos de técnicas
y mecanismos para evitar o reducir mínimamente esta enorme cantidad de
accidentes de tránsito. Y para desarrollar el tema, observemos lo siguiente:
Comunicación
automática entre vehículos para evitar accidentes
Imagine
un escenario donde vehículos llenos de sensores atraviesan los cruces
comunicándose entre sí, en vez de pararse en los semáforos. Un nuevo estudio
afirma que este tipo de diseño de transporte sin semáforos, si llega algún día,
podría duplicar el tráfico de las carreteras y al mismo tiempo impedir atascos.
El
estudio está basado en modelado matemático. El equipo de Carlo Ratti, del
Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos,
examinó un escenario en el que vehículos de alta tecnología y con piloto
automático, utilicen sensores para permanecer a una distancia segura entre sí,
a medida que se mueven a través de un cruce de cuatro direcciones. El resultado
es que, eliminando las esperas causadas por los semáforos, estos cruces
acelerarán el flujo del tráfico.
Un
cruce es un lugar difícil, porque en él tenemos dos flujos que compiten por el
mismo espacio. Pero un sistema con tecnología sofisticada y sin semáforos,
puede desplazar el control del flujo de tráfico a los propios vehículos.
Haciendo esto, podemos crear un sistema que sea mucho más eficiente, porque
podemos asegurar que los vehículos llegarán al cruce exactamente cuando tengan
un hueco.
La mayor
capacidad del sistema no deriva de que los vehículos se muevan más rápidamente.
Procede, en realidad, de crear un flujo dotado de una mayor regularidad y
orden, con una velocidad media óptima, a la que los automóviles puedan seguir
moviéndose. La clave es que el vehículo utilice el cruce durante el menor
tiempo posible.
Sensores
de emociones para evitar accidentes automovilísticos
Si bien
es cierto que no existe una tecnología única que pueda leer fielmente nuestros
pensamientos, en la actualidad hay un número creciente de dispositivos que
capturan varias manifestaciones físicas de las emociones.
Así lo
expresó el doctor Juan Antonio Guerrero Ibáñez, quien junto a su equipo de
colaboradores actualmente trabaja con este tipo de dispositivos sensores y hace
uso de tecnologías de comunicación inalámbricas existentes para la generación
de mecanismos que detecten estados emocionales de un automovilista.
El doctor
en Ingeniería en Telemática por la Universidad Politécnica de Cataluña, en
España, y cuyas líneas de investigación se enfocan en gestión de redes
heterogéneas y redes de comunicación vehiculares, indicó que el proyecto está
enfocado en estados como concentración, cansancio, tensión o relajación, y en
poder definir acciones correspondientes como la transmisión de mensajes de
notificación a servicios de emergencia, a otros vehículos y a peatones dentro
del entorno de conducción.
Agencia
Informativa CONACYT (AIC): ¿En qué consiste el proyecto de investigación?
Juan
Antonio Guerrero Ibáñez (JAGI): El proyecto básicamente consiste en identificar
el estado emocional de los conductores a fin de detectar posibles situaciones
de peligro que pueden poner en riesgo la integridad de los automovilistas y
peatones. Sabemos que las emociones son un estado corporal que involucra varias
estructuras físicas y que ocurren en situaciones particulares. Las emociones
las forman pensamientos y sentimientos, además de otros procesos internos, los
cuales podrían ocasionar que la persona que tiene la emoción no esté alerta o
atenta al cien por ciento.
AIC:
¿Cómo inició el proyecto?
JAGI:
Como resultado del intercambio de experiencias por parte de dos grupos de
investigación es cómo surgió este proyecto.
En la
Universidad de Colima (México) se desarrolló el proyecto de un sistema
inteligente para la prevención de colisiones en cruces de zonas urbanas; en
dicho proyecto se realizaba la comunicación entre vehículos que se acercaban a
una intersección vial y mediante mensajes se coordinaban para un cruce
adecuado, y de esta forma tratar de evitar colisiones.
Por otro
lado, en la Universidad Politécnica de Cataluña se ha trabajado en proyectos
relacionados con detección de emociones mediante ondas cerebrales. Se han hecho
estudios mediante dispositivos sensores en forma de diadema para medir nivel de
estrés en personas.
AIC:
¿Cómo innova esta investigación?
JAGI: Se
puede decir que en la actualidad hay grandes avances en cuanto a la tecnología
y diseño de los sensores para el cuerpo humano, con lo cual cada vez estamos
más cerca de poder detectar en tiempo real la emoción que experimenta una
persona en un momento dado, mediante un conjunto de señales fisiológicas y un
historial previo de la persona.
Dicho lo
anterior, en el mundo automovilístico sería de evidente importancia para la
seguridad vial el hecho de poder detectar cuándo una persona no está capacitada
para conducir un vehículo, dada una emoción como podría ser tener un alto nivel
de estrés, euforia, depresión, etc.
Existen
ya algunas empresas de vehículos que han incorporado distintos sensores en el
volante, asiento, pedales, etc., para medir el estado de salud de una persona
mientras conduce. Sin embargo, es todavía un problema abierto el conseguir
detectar y diagnosticar en tiempo real la emoción del conductor, y más aún
notificarla al resto de usuarios de la vía.
AIC:
¿Quiénes participan en el proyecto?
JAGI: En
este proyecto están participando profesores del Departamento de Arquitectura de
Computadoras de la Universidad Politécnica de Cataluña, liderado por la doctora
María Angélica Reyes Muñoz, y profesores del grupo de Investigación de Redes y
Telecomunicaciones de la Facultad de Telemática de la Universidad de Colima,
liderados por mí.
AIC:
¿Cuándo surgió el proyecto?
JAGI:
Surgió el año pasado, a raíz de visitas cortas que se han realizado tanto por parte
de la doctora Angélica Reyes a la Universidad de Colima, como de mi parte a la
Universidad Politécnica de Cataluña, en donde los dos grupos de investigación
han estado realizando trabajos que tienen que ver con la prevención de
accidentes vehiculares. Al intercambiar experiencias entre ambos grupos fue cómo
surgió la idea de este proyecto.
(Fuente:
Nistela Villaseñor/Agencia Informativa CONACYT).
Como verán,
este es un proyecto prometedor y del cual todos estábamos esperando para
mantenernos seguros y más cómodos en lo que a Seguridad Vial se refiere.
Sin embargo,
no debemos olvidar seguir las instrucciones de seguridad como peatones y
conductores para minimizar o evitar estos accidentes de tránsito.
Fuente de Referencias consultadas:
- http://www.who.int/
- Nistela
Villaseñor/Agencia Informativa CONACYT
- http://noticiasdelaciencia.com/
Me gustan muchos sobre los temas que has expuesto en este blog, muy importante. gracias-
ResponderEliminarEstoy siempre a la orden para responder cualquier duda. De nada!
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